martes, 15 de marzo de 2011

QUEDA MUCHO POR HACER.


“Pasen por acá, siéntense, que enseguida les comento como es el tema”. La sala era iluminada, con muchas mesas redondas, donde se pasaba en grupos de 5 personas para economizar tiempo en la explicación; el aviso salió en el Diario La Capital de Rosario, en su sección clasificados rezaba: “se necesita vendedor para showroom, presentarse en Oroño 90 Bis”, sin mayores datos (uno que anda en la búsqueda de laburo envía su curriculum); luego de tomar ubicaciones en las respectivas sillas que rodeaban las coqueta mesas, la blonda encargada sentenció, “esto es una agencia de viajes que se encarga de vender todo lo que es Buzios Brasil, acá se trabaja todos los días, son 7 horas (menos el domingo de mañana)feriados inclusive, y el sueldo es de 800 pesos más las comisiones que puedan lograr”. Los integrantes de la mesa, que esperábamos mas instrucciones que hagan que dicha oferta llegue a ser interesante, quedamos mirándonos como sin comprender la situación, las caras de incomodidad se hacían visibles, la incógnita de saber si lo expresado era verdad o una broma de mal gusto se reflejaba en las expresiones de las más de 20 personas que concurrimos al lugar. ¿Puede ser verdad que alguien, en su sano juicio ofrezca ganar 800 pesos por trabajar 7 días a la semana?

El proceso de recuperación económica, social y política iniciado en el 2003 trajo, entre otras muchas cosas, la creación y estabilidad de una gran cantidad de fuentes laborales, basta ver a algún vecino, amigo, pariente para darse cuenta de que “la cosa esta mejor” (famosa frase), sin embargo el trabajo precarizado (por no decir Trabajo en Negro, nunca entenderé porque se denomina NEGRO al trabajo informal y porque no se le dio otro color) todavía pisa fuerte en nuestra sociedad, el Ministro de Trabajo Carlos Tomada en un libro llamado “Aportes a una visión de la informalidad laboral en Argentina” expresa que: “La informalidad es el motor más poderoso de la máquina de excluir que se montó en la Argentina y desarmar esta máquina no es fácil, requiere de políticas continuas”. Dese la cartera que maneja este mismo ministro se dijo que: "hacia 2003 el 50 por ciento de los trabajadores en la Argentina estaban en negro; sin acceso a su jubilación, sin posibilidad de tener una obra social y miles de personas perdían la protección garantizada por los derechos laborales". A pesar de esta importante reparación de décadas de vaciamiento, lamentablemente las decepciones a la hora de enfrentar una entrevista laboral siguen existiendo.

Luego de pasar diversas etapas (risa, bronca, resignación) en esta nefasta experiencia personal (una más), cavilé sobre las “exigencias” o “pretensiones” que puede tener uno a la hora de buscar un trabajo, y comencé a preguntarme: ¿Será que estoy pidiendo mucho cuando pretendo: sueldo acorde con responsabilidades, salario mínimo vital y móvil, días de descanso necesarios (establecidos por ley), remuneración doble por trabajar un domingo o un feriado e inscripción para aportes?, ¿Será que todos nosotros que estamos buscando un laburo que nos dé de morfar, y permita pagar un alquiler, tendremos que empezar a re-considerar todas las cuestiones mencionadas anteriormente?, ¿Será que en algún momento dejarán de existir los hijos de puta (perdón por el exabrupto pero no encuentro mejor manera de mencionarlos) que juegan con la necesidad de la gente y ponen en el diario de mayor tirada rosarino un aviso clasificado?¿O será que somos muy impacientes y en el afán de encontrar un laburo no tenemos en cuenta el tiempo que se necesita para poder establecer las condiciones que puedan considerarse “favorables” para adquirir un trabajo?, mientras sigo pensando en todas estas cosas me pongo contento cuando escucho que se aumenta el salario mínimo vital y móvil (a pesar de que a mi no me toque), me endulza los oídos escuchar que mas argentinos puede laburar (a pesar de que yo no encuentre un trabajo), está bueno y lo mejor es que queda mucho por hacer.

Nicolás P. Bengoa

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